Desde que tuvo lugar el accidente en la Línea 12, el debate de la obra se ha centrado en las acciones y dichos de los últimos tres jefes de Gobierno –Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera y Claudia Sheinbaum–, así como de la actual directora y exfuncionarios del Metro, Florencia Serranía, Jorge Gaviño y Joel Ortega, y el consorcio constructor, integrado por ICA, Carso y Alstom.

Sin embargo, poco se conoce de las personas e instituciones que participaron en el diseño, construcción, certificación, supervisión y mantenimiento de la obra.

Si bien la obra fue impulsada por el entonces jefe de Gobierno Ebrard, su construcción estuvo supervisada por una entidad desconcentrada, creada exprofeso, para la edificación de la Línea 12, Proyecto Metro, dirigida por el ingeniero Enrique Horcasitas. Las decisiones sobre diseño y construcción fueron tomadas por un Comité Central de Obras y un subcomité técnico, integrado por ingenieros, especialistas y funcionarios, que determinaban las decisiones colegiadamente. Este comité y subcomité eran los encargados de validar las propuestas del Comité Constructor.

La obra estuvo acompañada por el Instituto de Ingeniería de la UNAM y el IPN. Un consorcio certificador internacional avaló en una primera instancia la funcionalidad de la línea, que posteriormente fue revisada por consultoras especializadas.

Parte de los los actores relevantes de la construcción de la Línea 12 son los integrantes del consorcio constructor, compuesto por Ingenieros Civiles y Asociados (ICA), quien fue la cabeza. La firma ha participado en la construcción del Metro desde 1969. En conjunto con Alstom y Carso, ICA presentó el proyecto integral a precio alzado para su construcción.

Otro fue Alstom Mexicana S.A. de C.V., que participó en la instalación de sistemas de suministro de energía, señalización, monitoreo y control, equipos de depósito, pruebas y puesta en servicio de una parte de los subsistemas electromecánicos. Hoy participa en el Tren Maya.

Carso Infraestructura y Construcción fue el contratista a cargo del tramo donde ocurrió el accidente. Hoy construye un tramo del Tren Maya.

En trenes, el Gobierno del Distrito Federal optó por la empresa española de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles.

En supervisión de la construcción, Integración de Procesos de Ingeniería fue responsable de la coordinación y control de las supervisiones del proyecto de obra civil y electromecánico. La consultora era dirigida por el ingeniero Alejandro Vázquez, quien recibió el Premio de Ingeniería Ciudad de México 2019.

Consultoría Integral de Ingeniería fue parte del Consorcio Supervisor, responsable de inspeccionar la obra civil en el tramo elevado.

Ingeniería, Asesoría y Consultoría también participó en la supervisión de la obra civil en el tramo elevado. Lumbreras y Túneles fue parte de la obra civil en el tramo elevado.

A esa lista se suma la UNAM, que recibió contratos de asesoría en la construcción de la línea por más de 60 millones de pesos. También se debe incluir a la Empresa de Estudios Económicos y de Ingeniería S.A. de C. V., y al IPN.

En cuanto al proceso de rehabilitación, Triacaud Societé Organisé (TSO) fue contratada para levantar el inventario de la situación física de las vías de la L-12 y participar en la verificación de la interface material rodante e infraestructura ferroviaria. Durante la suspensión del tramo elevado, el Gobierno del Distrito Federal le otorgó facultades de investigación para conocer las causas de las supuestas fallas.

SYSTRA, en tanto, diagnosticó los procesos de elaboración de la ingeniería básica, equipamiento, mantenimiento y operación tanto de las vías como del material rodante. Su informe encontró algunas deficiencias en las obras, pero, al mismo tiempo, avaló la funcionalidad de ésta en el tramo elevado.

Comsa Emte Empresa realizó los trabajos de rehabilitación de la línea. Instaló 32 kilómetros de nuevas vías para sustituir ocho de los 26 que tiene la obra.

Multidín, S.A. De C.V supervisó la rehabilitación de la línea y el proyecto integral de obra electromecánica.

TÜV Rheinland de México, S.A. de C.V. se encargó de la certificación de la rehabilitación. A la Societé Generale Surveillance (SGS) se le contrató para verificar que los materiales instalados hayan cumplido las especificaciones técnicas del proyecto. No se reportaron irregularidades.

Fuente: El Financiero.

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