Bruselas. El tráfico y el consumo de drogas en la Unión Europea están regresando a los niveles que tenían antes de la pandemia, según un reporte divulgado el martes por la agencia antidrogas del bloque.

A medida que se levantan las restricciones sanitarias y los controles fronterizos, las drogas se han vuelto más disponibles, incluso en algunos casos más de lo que eran antes de la pandemia, según el reporte de la EMCDDA.

Aunque cientos de laboratorios de drogas han sido desmantelados, están surgiendo nuevos estupefacientes cada semana. En 2021, se reportó la presencia de 52 drogas nuevas en el mercado, agregó la agencia.

“Para mí, la conclusión de nuestro análisis para 2022 es que la droga está en todas partes y afectando a todas las personas”, expresó el director de la agencia, Alexis Goosdeel.

Se calcula que unos 83.4 millones de personas de entre 15 y 64 años en la UE —el 29% de la población— han usado algún tipo de droga ilícita. El uso de drogas es mayor entre los hombres que entre las mujeres.

El cannabis sigue siendo la droga más popular —más de 22 millones de personas reportan haberla consumido—, seguida por la cocaína, la MDMA (usualmente conocida como éxtasis) y las anfetaminas. Se calcula que un millón de europeos han consumido heroína o algún otro opioide ilícito.

Unas 5 mil 800 personas murieron por sobredosis en la UE en 2020, al año más reciente del que se tienen cifras.

Según el reporte, durante la pandemia aumentó el uso de aplicaciones de mensajería en teléfonos celulares para obtener acceso a las drogas. Añadió que se están confiscando cantidades sin precedente de cocaína en Europa y que gran parte de la manufactura de esa droga ahora tiene lugar dentro de las fronteras del bloque.

Si bien el reporte reconoce que es muy temprano como para saber cómo el regreso del Talibán en Afganistán afectará al tráfico de heroína, señala que es posible que aumente. El cultivo de la amapola en el país asiático continúa a pesar de prohibiciones sobre la producción y venta, añadió.

“Los problemas financieros del país podrían llevar a gente a considerar la producción de drogas como una fuente de ingresos más confiable”, agregó el estudio.

El documento también analizó la guerra en Ucrania, indicando que el conflicto podría tener repercusiones en las rutas de contrabando.

Fuente: La Jornada.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *