Al menos 174 personas murieron y 180 resultaron heridas como consecuencia de enfrentamientos entre hinchas de un equipo con la policía antimotines.
Todo comenzó tras la derrota de Arema por 3-2 contra Persebaya Surabaya, por la liga de Indonesia. El partido tuvo lugar en el estadio Kanjuruhan, del distrito de Malang Regency, isla de Java. Las fuerzas de seguridad trataron de dispersar a los simpatizantes y, según se desprende de las imágenes, usó gas lacrimógeno, que agravó la situación. Los jugadores del equipo local quedaron atrapados en el campo de juego e intentaron socorrer a las víctimas.
Según el diario inglés The Guardian, el vicegobernador de Java Oriental, Emil Dardak, confirmó a la prensa que la cantidad de fallecidos ascendía a 174.
Los incidentes comenzaron cuando miles de hinchas del Arema, fastidiados por la derrota, saltaron a la cancha. Los futbolistas visitantes la abandonaron tan rápidamente como pudieron. Los de Arema, en cambio, fueron incluso agredidos por sus propios hinchas. El partido se desarrolló en el estadio Kanjuruhan, que fue escenario de una verdadera batalla campal entre los simpatizantes y la policía antimotines.
Hubo una primera consecuencia deportiva tras los incidentes, luego de que los videos de la gente atrapada y herida en el estadio se hicieran virales: la liga indonesia Baru anunció que la competencia quedaba en pausa por siete días. “Anunciamos la suspensión de los partidos por una semana después de recibir instrucciones del presidente de la Asociación de Fútbol de Indonesia. Lo hacemos por respeto y mientras esperamos el proceso de investigación de los hechos”, dijo Akhmad Hadian Lukita, el presidente de la liga. Y añadió en su comunicado: “Estamos preocupados y lamentamos profundamente este incidente. Compartimos nuestras condolencias y esperamos que ésta sea una lección valiosa para todos nosotros”.
Además de la policía antimotines, en el estadio de la catástrofe hubo hombres de las Fuerzas Armadas de Indonesia, lo que da una idea de la violencia desatada en el coliseo deportivo. Persebaya, el club visitante que ganó el fatídico encuentro, publicó a través de sus redes sociales el lamento por lo ocurrido: “La familia extendida de Persebaya lamenta profundamente la pérdida de vidas después del partido Arema FC vs Persebaya. Ninguna vida sola vale fútbol. Oramos por las víctimas y que las familias que quedaron atrás reciban fortaleza”.
Se trata, en definitiva, de un episodio sin parangón en la historia de Indonesia. Y, además, el tercer acontecimiento deportivo en cuanto a víctimas fatales en la historia. Lo superan un partido del seleccionado argentino de fútbol en Perú en 1964, cuando una tragedia acabó con más de 300 personas, y el encuentro entre Napoli y Bologna del calcio italiano, en 1944, que arrojó 152 decesos por un enfrentamiento entre la hinchada local y los efectivos de seguridad.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, calificó los hechos como “un día oscuro para todos los involucrados en el fútbol y una tragedia más allá de la comprensión”. “El mundo del fútbol está en estado de shock”, dijo. “Expreso mis más profundas condolencias a las familias y amigos de las víctimas que perdieron la vida tras este trágico incidente”.
“Lamentamos este incidente… es un incidente lamentable que ‘perjudica’ a nuestro fútbol en un momento en que los aficionados pueden ver partidos de fútbol desde el estadio”, dijo el ministro de Deportes y Juventud de Indonesia, Zainudin Amali, a la emisora Kompas. En tanto, Akhmad Hadian Lukita, presidente y director de PT Liga Indonesia Baru expresó su profundo pesar por los hechos y dijo: “Compartimos nuestras condolencias y esperamos que esta sea una lección valiosa para todos nosotros”.
Fuente: La Nación.