Esta es la situación que reporta EL UNIVERSAL, medio que recabó cuatro testimonios de trabajadores de Pemex que fueron obligados por sus representantes sindicales a cometer estos “auto-crímenes” por “ordenes del patrón”, el secretario general Carlos Romero Deschamps.
Bajo la amenaza de perder su empleo y dejar de llevar sustentos a sus familias, estas víctimas obedecieron a las órdenes de los sindicales, para así cobrar el seguro que tienen como trabajadores, antes de que llegue alguien nuevo a ocupar su puesto.
Como si fuera poco, los cuatro testimonios afirman que nunca vieron ni un sólo peso del dichoso seguro, mismo que ni sabían que existía hasta ese traumático momento.
“Cuando nos enteramos fue cuando nos llevaron a firmar los papeles, pero nos amenazaron si decíamos el nombre de la aseguradora” relatan bajo el anonimato, por temor a represalias.
Los cuatro relatos coinciden con lo mismo: Pemex no es un riesgo, “los dirigentes sindicales si lo son”. Al menos eso justifican 5 mil trabajadores petroleros eventuales, 20 mil que prestan sus servicios a la compañía como suplentes y para al menos 40 mil jubilados.
Con información de El Universal
Fuente: La Otra Opinión