Se trata de una “democracia” sumamente costosa:
Una suma superior a los 5 mil 821 millones de pesos, recibirán durante este 2022 los partidos políticos en México, como parte de su financiamiento público.
En este rubro de los recursos para los partidos, a diferencia del INE y otros organismos públicos, ha sido literalmente imposible aplicar la famosa austeridad pregonada por el gobierno de la 4T.
Han sido los propios partidos los que, en reiteradas ocasiones y vía Congreso de la Unión, se han negado a que su financiamiento sea sujeto de recortes o disminuciones.
El jugoso “negocio” de dirigir, controlar o ser literalmente “dueño” de un partido político es evidente, como se puede apreciar en la siguiente gráfica: