Por Eduardo Camacho Rivera
Columna Trasfondos
Mucha razón tienen los actores políticos y ciudadanos en general que han expuesto el enorme lastre político que representa para Morena su aliado el Verde Ecologista de México (PVEM), muy particularmente Jorge Emilio González Martínez, mejor conocido como el “Niño Verde”, propietario absoluto de ese retorcido partido mediante el que ha logrado descomunales éxitos políticos y económicos.
Para desgracia de Quintana Roo, el “Niño Verde” detectó desde hace un buen tiempo los fabulosos “negocios” económicos que podía cocinar en la entidad, al calor del partido que prácticamente le heredó su padre, el expriista, fundador y expresidente del PVEM, Jorge González Torres.
Valiosas propiedades, tráfico de influencias, suculentos negocios y la “colocación” de presidentes municipales en Benito Juárez, con Cancún como cabecera municipal -y uno de los municipios más ricos de país-, son algunas de los “logros” que se le atribuyen a González Martínez, quien además es el jefe político de auténticos juniors locales como Remberto Estrada, ex presidente municipal precisamente de Benito Juárez; los actuales diputados locales Gustavo Miranda y José de la Peña, todos ellos poseedores de prósperas empresas en Cancún.
Lo anterior, sólo por citar algunos ejemplos de su poderosa influencia, para lo cual también ha contado con el determinante respaldo de presidentes (incluido AMLO), los gobernadores en turno Félix González Canto, Roberto Borge Angulo (quien no puedo eludir la cárcel) y el actual mandatario Carlos Joaquín González.
No hay gran enredo en todo esto: Todos ellos pactan cuando sus intereses, e incluso su libertad, está en riesgo, y nada mejor que negociando con las más importantes posiciones del poder en el estado.
Por eso su más grande producto político podría ser la alcaldesa de Benito Juárez, Mara Lezama, quien ya con la candidatura a la gubernatura de Morena, del PVEM y demás partidos satélites del morenismo, se apresta a iniciar campaña proselitista teniendo como su principal adversaria a la candidata de la alianza PAN-PRD-CQR, ex presidenta municipal de Puerto Morelos y ex diputada federal, Laura González Piña, de basta experiencia en las lides electorales, dado que ha ganado todas las contiendas que ha disputado desde hace más de 15 años.
Las infaltables –y muchas de ellas ficticias- encuestas previas al inicio del proselitismo electoral, le dan una considerable ventaja a Mara Lezama, aunque Laura Fernández crece rápido, concreta alianzas y avanza con un ritmo que debe preocupar en serio a Mara y a su cuestionado y empoderado jefe verde.
El arribo de Mara Lezama a la gubernatura de Quintana Roo sería muy probablemente el más rentable negocio político de Emilio González en su ya prolongado andar por los pasillos del poder. Las oportunidades, los grandes “bisnes”, no se compararían, solo para dimensionar, con el Chiapas que fue gobernado –con resultados deplorables- por el pevemista Manuel Velazco.
Por el algo el “Niño Verde” eligió a Quintana Roo como su sitio predilecto para ampliar su poderío. Y parece estar cerca de convertirse en el cuasi dueño del estado turístico más importante de México.
Pero falta un buen e importante trecho electoral y político por recorrer, antes de los comicios del próximo 5 de junio. Y todo puede suceder. Las perspectivas no son tan fáciles y claras para Mara Lezama como se suele creer. La popularidad del propio AMLO se ha visto notoriamente disminuida con el tema de la “Casa Gris”.
Y otros tantos temas más, sazonados con la soberbia de que casi todo ha sido ganado en lo electoral, pueden ser la diferencia. Esta historia está por ofrecer sus mejores momentos, en esta contienda gubernamental que para el “Niño Verde” representa, muy seguramente, su más importante reto en las grandes ligas del poder político.
Gracias por el favor de su atención. Envíeme sus comentarios, denuncias, quejas y aclaraciones al correo electrónico marioedua2@gmail.com
Sígame en Twitter: @marioedua y en Facebook: Eduardo Camacho Rivera