Por Eduardo Camacho Rivera
Columna Trasfondos
El poder es sumamente eficiente consigo mismo, esto es, hay rapidez, funcionalidad y efectividad para defender los intereses personalísimos de quienes lo integran. Todo lo contrario a lo que, por mandato, debería hacer con la ciudadanía. La aberrante reforma que pretende impulsar la diputada perredista Iris Mora Vallejo en Quintana Roo, es por supuesto un gravísimo atentado contra la libertad de expresión, y pondría en severo riesgo la labor de los periodistas.
Reprobable la propuesta de Mora Vallejo, quien por cierto ahora niega ser la autora de tal barbaridad y parece apuntar el dedo índice haca su colega Judith Rodríguez Villanueva, que de por sí la está pasando mal por aquello de las reformas que impulsó para poder acceder a la presidencia de la Comisión estatal de Derechos Humanos
La iniciativa de la diputada Mora plantea reformar el artículo 194 Bis y 194 Ter del capítulo “violación a la intimidad personal” del Código Penal de Quintana Roo, lo cual ha sido considerado por diversos periodistas como una “ley mordaza” que por supuesta apunta peligrosamente hacia los medios de comunicación.
En una de sus partes medulares, la reforma al artículo 194-Bis añade al Código Penal que “la violación de la intimidad personal o familiar consiste en divulgar, compartir, distribuir, comercializar, ubicar o amenazar con publicar información y comunicaciones de índole personal, profesional o confidencial vinculados con la vida privada de una persona, que se realicen en su domicilio o en cualquier lugar dentro de su entorno privado o familiar, sin su aprobación o sin autorización expresa de la persona que sufre afectación”.
Es evidente la intención de prohibir la publicación de toda información relacionada con las conductas, el patrimonio, los abusos de poder, audios, imágenes o fotografías que saquen a la luz pública declaraciones, diálogos, sucesos, actos, irregularidades o cualquier presunto delito protagonizado por algún funcionario o servidor público.
Obvio, se argumenta que la reforma es para “proteger” la intimidad de la ciudadanía, pero el objetivo central es engrosar el muro legal de impunidad del que goza la elite política.
¿Y creo que muchas y muchos se preguntarán por qué tantos relevos de funcionarios y ajustes a las leyes de unos meses para acá en Quintana Roo?
Recordar lo ocurrido hace seis años, con el entonces despreciable y corrupto Roberto Borge Angulo, y su famoso “paquete de impunidad”. La historia bien podría repetirse.
Por lo pronto, la diputada Iris Mora dio marcha atrás a su intención de sacar avante la reforma, pero dijo que se realizará una consulta al respecto, en tanto que el coordinador de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), Eduardo Martínez Arcila, externó su rechazo a esa propuesta y anticipó que la misma no siquiera será aprobada en comisiones.
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