La irrupción de la variante ómicron ha roto todos los récords de contagio en México. El país latinoamericano ha registrado este martes 33.626 nuevos casos de covid-19, algo más que los 30.671 del sábado, el anterior máximo. Sin embargo, pese al repunte de contagios, los 162 nuevos fallecimientos apuntan a que, por ahora, la mortalidad se mantiene muy por debajo que en las olas previas.

México tiene 171.329 casos activos, aquellos detectados en los últimos 14 días. La capital lidera esta estadística con 45.477, un 26% del total, seguida de lejos por el Estado de México, con 11.218; Nuevo León, con 9.159; y San Luis Potosí, con 8.188. Por incidencia, los Estados turísticos de Baja California Sur y Quintana Roo tiene la mayor tasa de casos activos por habitante, junto a la Ciudad de México.

Los datos de casos positivos dan apenas una idea aproximada del avance de la pandemia. México es uno de los países que menos pruebas hace y hay un subregistro importante de contagios. Ante la escasez de pruebas, el discurso del Gobierno federal pone el foco en el aislamiento desde el inicio de los síntomas, sin necesidad de hacerse tests.

Pese al aumento de los contagios, la ocupación hospitalaria se mantiene en niveles bajos aunque se puede apreciar un ligero repunte en las últimas semanas. Hay un 23% de camas generales ocupadas y un 14%, en el caso de las camas con ventilador. El número de personas hospitalizadas es un 85% menor que en su pico máximo, a inicios del año pasado. De todos modos, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, ha afirmado que el Gobierno está preparado para un cambio de tendencia. “Todas las 14.000 camas disponibles están para que en cuestión de horas o días progresivamente se reinstalen para covid-19″, ha dicho este martes durante la conferencia matutina.

Las autoridades sanitarias confían en que el avance de la vacunación evite un aumento de las hospitalizaciones y de los fallecimientos similar al de olas previas. El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, ha descartado este martes un repunte brusco. “Aun cuando estamos conscientes que las defunciones tienen un desfase y se presentan de 14 a 21 días después de cuando empiezan a aumentar los casos, eventualmente van a subir posiblemente un poco, pero muy poco comparado con lo que hubiera ocurrido en ausencia de vacunación o con otras variantes”, ha dicho.

Hasta este martes se había vacunado a 82,4 millones de personas, el 91% de ellas con esquema completo. En total, el 88% de la población adulta ya ha sido inmunizada. Solo Oaxaca y Guerrero reportan niveles de vacunación por debajo del 80%. Mientras, desde hace varias semanas, el Gobierno federal impulsa la aplicación de dosis de refuerzo a los mayores de 65 años.

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