A poco más de un año de iniciada la pandemia de coronavirus los decesos en prisiones mexicanas se acumulan y los contagios han llegado a 4,388 casos confirmados de COVID-19.

Melissa Galván y Lidia Arista
De un día a otro José “N” presentó tos y poco después problemas para respirar. El hombre de 50 años, preso en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, desde hace más de 10 años, casi no recibía visitas, pero al parecer contrajo el COVID-19 en alguno de los días en que vendía artesanías en el patio del centro de reclusión.

En cuestión de días, José, que estaba a punto de tramitar un beneficio legal para dejar la prisión, perdió la batalla contra el COVID-19.

Él es uno de los 352 internos que han perdido la vida a poco más de un año de iniciada la pandemia de coronavirus, de acuerdo con el Mapa penitenciario COVID-19 de la organización Asilegal.

Hasta ahora, en cárceles de país se han reportado 4,388 contagios de COVID-19: 3,874 de reclusos y 514 de custodios.

Para la directora de la organización Reinserta, Saskia Niño de Rivera, son dos factores los que han contribuido a los contagios y las muertes por COVID-19 en las cárceles: falta de interés de las autoridades y el autogobierno que prevalece en prisión.

“El sistema penitenciario fue consecuente de la ingobernabilidad que hay en los penales, pero también es evidente la falta de interés de las autoridades de tener cárceles que funcionan para que en caso de una emergencia como esta puedan actuar adecuadamente”, afirma en entrevista con Expansión Política.

Con el inicio de la pandemia, llegó también la incertidumbre y la alerta de organizaciones porque en las prisiones hay sobrepoblación y falta de accesos a insumos de limpieza.

Se estima que en México hay 202,337 personas en los reclusorios y el 37% de las prisiones presentan sobrepoblación, por lo que la sana distancia no existe. Si un interno se contrae el COVID-19, es muy probable que también contagie a sus compañeros de dormitorio.

La Organización Panamericana de la Salud emitió un documento con lineamientos para prevenir el COVID-19 en cárceles denominado “Preparación, prevención y control de COVID-19 en prisiones y otros lugares de detención”,en el que advierte que las personas privadas de la libertad son más vulnerable al brote del coronavirus que la población general debido a las condiciones de confinamiento en las que viven juntos, por periodos prolongados de tiempo.

En el documento se recomienda el frecuente lavado de manos, distanciamiento físico, uso de cubrebocas, colocar dispensadores de jabón líquido, limpieza y desinfección de espacios, reducir el número de visitantes, entre otras; en resumen un documento con medidas que es eso: un documento.

Fuente: Expansión

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