Como a lo largo de su sexenio (2006-2012), el expresidente Felipe Calderón rechazó el “supuesto alcoholismo”, un estigma que lo persiguió durante su administración, porque no lo es, aseguró. “Me da coraje. Eses es el punto”, dijo y retó a cualquiera a echarse una competencia de lo que quieran.

“Me acusan de otras cosas, que me dan mucho coraje también, por ejemplo esto del supuesto alcoholismo. Pues no lo soy. Por supuesto que me gusta y disfruto un buen vino con mis amigos, me gusta cantar, me gusta la trova cubana y ahora soy más bien de Joaquín Sabina y me gustan los mariachis, etcétera. Pero definitivamente, cualquiera que nos echemos una competencia, lo que quieran”, aseguró en entrevista para Atypical TV de Carlos Alazraki en Youtube.

 

En febrero de 2011, el entonces diputado del Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández Noroña, mostró una manta donde aludía al alcoholismo del presidente. Ese tema fue comentado por la periodista Carmen Aristegui en MVS Noticias, lo que provocó su salida del aire, aunque después volvió.

En su libro “Calderón de cuerpo entero”, (Grijalbo 2012) el periodista Julio Scherer García preguntó del tema a personajes como Carlos Castillo Peraza (1947-2000), pero éste respondió: “sobre eso no voy a hablar”. Señaló que uno de los amigos de Calderón en el PAN le confió una carta de Castillo Peraza a Calderón, fechada el 31 de octubre de 1997, donde le reprochaba su conducta pública y privada.

Entre otras palabras, le escribió: “Ahora tengo que añadirte que me pareció desconsiderado de tu parte no haber acudido a la cita anoche, sin siquiera haber avisado y me dolió y preocupó haberme enterado, por boca de subalternos menores, que el presidente del partido salió de la oficina ‘muy bien servido’”.

En octubre de 2019, Proceso publicó dos cartas de Castillo Peraza a Calderón que describían la personalidad del expresidente.

“Castillo Peraza describe en una de las cartas el talante prepotente, colérico y receloso de Calderón, pero también algo que debería ser motivo de deliberación por ser de inobjetable interés público y que explica su estilo personal de ejercer el poder: El consumo inmoderado de alcohol”. Esta fue fechada el 31 de octubre de 1997.

En la misiva, se refirió a “como se enteró en una reunión privada en Cocoyoc, Morelos, donde le llamó la atención –le dice a Calderón en la carta– “un tema reiterado de conversación: El de las aventuras más que frecuentes –etílicas y demás– de algunos de tus colaboradores”.

“Entendí o creí entender entonces por qué la vida comienza después de las diez de la mañana en el CEN, e incluso a esa hora los escritorios están poblados de tazas de café, vasos de refresco y comestibles; por qué es difícil encontrar a alguien entre las tres y las seis (a veces hasta las siete) y por qué en días como el de ayer, a las ocho de la noche, ya no hay virtualmente a quién dirigirse en las oficinas de Ángel Urraza (la vieja sede del PAN)”.

Su patrimonio

En la charla con Alazraki y Ángel Verdugo, el expresidente aseguró que tampoco aceptará que le inventen cosas gente muy irresponsable.

“Siempre he vivido en la casa en donde estoy, con Margarita, mi patrimonio es público. Mis declaraciones patrimoniales siempre han sido públicas”, señaló.

En su edición 1741 (2010), Proceso publicó que Calderón había hecho omisiones en sus declaraciones patrimoniales e hizo crecer 11 veces el terreno donde se asienta su residencia privada, adquirió otros bienes inmuebles a nombre de su esposa, Margarita Zavala, y, aunque su salario es de sólo 146 mil 830 pesos mensuales netos, de mayo de 2008 al mismo mes de 2009 saldó un crédito bancario por 2 millones 612 mil pesos contratado a un plazo de 20 años.

El reportaje escrito por Daniel Lizárraga señaló que “cuando la familia Calderón-Zavala compró su casa, en 2003, ésta se asentaba en un terreno de 174 metros cuadrados, y ahora se ubica, junto con otras propiedades que ambos adquirieron, sin que Margarita Zavala reciba salario alguno como presidenta del DIF, en un predio que mide mil 940 metros cuadrados.

“De acuerdo con la versión pública de la declaración patrimonial de Calderón correspondiente a 2008, el presidente omitió la adquisición de una casa de 234 metros cuadrados a nombre de Margarita Zavala, y el documento oficial de la Secretaría de la Función Pública (SFP) tampoco registra que, con la compra de un terreno de 776 metros cuadrados”.

 Esto porque desde 2003, año en el que Calderón dejó la dirección de Banobras para convertirse en secretario de Energía, ella había adquirido allí mismo 776 metros cuadrados, añadió

“Vista desde fuera, la casa de la familia Calderón-Zavala, localizada en el número 8 de la Privada de Cóndor 231, en la colonia Las Águilas, no ha cambiado desde aquellos tiempos, pero puertas adentro se descubren nuevas propiedades: una alberca, una cabaña, un amplio jardín y otra casa, marcada con el número 9, que mide 234 metros cuadrados, indicó

Además, tienen con una propiedad de tres pisos en el número 227 de la misma calle de Cóndor –cuyas dimensiones con el terreno correspondiente son de mil 532 metros cuadrados–, con media cancha de baloncesto y lo que parece ser una pequeña bodega, aseguró.

Fuente: Proceso.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *