Durante 2022, en Yucatán se registraron 374 suicidios, 33 casos más de los reportados en 2021, situación que posiciona a la entidad con la tasa más alta de incidencia entre las 32 entidades del país, de acuerdo con las Estadísticas por Defunciones Registradas (EDR) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Esto quiere decir que la entidad registra mayor número de casos por cada 100 mil habitantes, aunque haya estados que tienen una cifra más alta de personas que consumaron el suicidio.

En los últimos años, Yucatán ha rondado entre los tres primeros lugares de las tasas más altas de suicidio, pero fue apenas el pasado septiembre cuando comenzaron las estrategias para atender la problemática a través de la atención a la salud mental.

Arsenio Rosado, director del Instituto de Salud Mental estatal, explicó que a raíz de la pandemia, el 19 de septiembre de 2022 se lanzó la campaña Juntas y juntos por la salud mental de Yucatán que tiene cinco ejes principales: la creación de consejos municipales, formación de brigadas de atención a la salud emocional, el tamizaje universal para detectar riesgo suicida por medio de la aplicación MeMind o la línea de apoyo 800108800 activa las 24 horas del día los 365 días del año para obtener primeros auxilios sicológicos, Código 100 para dar seguimiento a las personas que ya atentaron contra su vida, pero no lo consumaron y la capacitación de personal sanitario para atender y canalizar a las personas que presentan ideas suicidas.

Sin embargo, para la doctora Ingrid Vargas Huicochea, investigadora del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, atender el tema de adicciones y salud mental no es suficiente para revertir estas cifras.

“Cuando se habla de suicidio se habla de siquiatría y sicología, pero es un fenómeno más complejo, es en realidad el conjunto de muchos fenómenos… Es importante destacar que los trastornos mentales no son condiciones ni suficientes ni necesarias para que se presente el suicidio, sino que el suicidio tendría que ser abordado no sólo desde la perspectiva médico-sicológica, sino desde los aspectos estructurales culturales y sociales y mientras nosotros sigamos abocados a atender únicamente condiciones de depresión, adicciones y demás, vamos a estar atendiendo solamente una rebanada del pastel, cada intervención que se haga tiene que ser contextualizada: no es lo mismo la conducta suicida en la Península de Yucatán, que en el norte del país”, explica la especialista.

La doctora advierte que las sociedad y las autoridades deben atender este tema desde una perspectiva multidisciplinaria y no crear campañas globales que tuvieron éxito en otros lugares que viven otros contextos.

“Necesitamos el estudio crítico desde la Antropología, la Sociología, desde algunos otros factores sociales, como los maestros, las comunidades religiosas, los líderes comunitarios que nos ayuden a entender bien a bien cómo se vive la vida y qué significado se le da a la vida… No podemos copiar campañas o intervenciones de otros contextos porque hay que abordarlo desde las comunidades, desde lo micro para entender las problemáticas como la desigualdad, la pérdida de empleo o las relaciones de pareja”.

Al respecto, el doctor Arsenio Rosado admite que hay muchas medidas por implementar, pero con el primer paso que se dio en septiembre pasado se unirán a estrategias para atender todos los flancos.

“Por primera vez estamos haciendo una estrategia integral para Yucatán, desde el lado de salud se está haciendo lo que ha funcionado con evidencia científica en otros países, pero sabemos que es un fenómeno complejo que tiene muchas variables y estamos trabajando para cubrir todos los factores de riesgo… Por ejemplo, trabajamos en prevenir la violencia familiar para que repercuta. También atendemos el consumo de alcohol y sobre todo la atención y el seguimiento de quienes ya tuvieron un intento”, detalla el director del Instituto de Salud Mental.

Con estas medidas se espera que en un corto o mediano plazo las cifras que reporta el Inegi puedan disminuir y Yucatán deje de ser de los estados con mayor tasa de suicidios del país, que en los últimos años se ha mantenido muy por encima de la tasa promedio nacional.

En 2019, Yucatán tuvo una tasa de 11 puntos y ocupó el segundo lugar, mientras la nacional fue de 5.7; en 2020 estuvo en tercer lugar con una tasa de 10.4 y la nacional reportó 6.2; en 2021 la tasa fue de 14.5 y regresó al segundo puesto cuando la nacional reportó 6.6 y ahora subió a 15.4 posicionándose en primer lugar mientras que el promedio del país es de 6.4.

Si tú o un conocido atraviesa por una situación de riesgo, la línea 800108800 brinda primeros auxilios sicológicos todos los días, a todas horas.

Fuente: La Jornada Maya.

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